Serie. Flagelos Silentes

      El hombre y  sus tantas vidas, a solas y compartidas,   contiene la enfermedad, que no  latente  en lo simple y cotidiano, pero que ahí está, siempre está,  formándose y conformándose como carnes, vidas colapsadas por el dolor y la culpa que heredara  como única potestad del tiempo  transcurrido.

El  primer instante-segundo en el que se abren los ojos y no se ve nada... no se siente nada... no hay sentimientos de culpa... no hay ideas... solo se respira  y aguarda. 

 

La indecisión entre lo deseado, lo logrado, lo perdido y lo soñado llevan al abandono del sin sentido para caminar hacia la salida.

     

Avisos  de lo dimensionado para detener  al corazón por lo que no poseyó y ya no será.

      


En el eterno movimiento atención -desatención el testigo interior da cuenta de la empecinamiento que satura.

       Deslealtades  que frustran  la intención de seguir al admitir ciertas fantasías o formas de pensar, por querer ser y estar.  Irse pudriendo  y renunciar  para terminar siendo como ellos,  perdido en la superficialidad  contada como verdad.

       Presión  contenida por los tantos miedos, estrés, cansancio, fastidio, obligaciones , perdidas, sin deseos, encomiendas, los tantos de los otros.   Fragmentos  que encuentran salida reventando la realidad al vivirse en la dispersión que no construye pero que agota, cansa, acaba…

Al mirar – mirándose , se respira  y ahí esta nuevamente,  siempre el miedo…  intentando   depurar  la  ironía de querer  resurgir  esperando cambios , luchando, navegando a contra corriente y encontrando,  finalmente la nada...  

"Se despertaba temprano todas las mañanas y ese era el peor momento, el primer instante maldito,  de cuando aún  estas en la cama y recuerdas algo y antes de terminar de expulsar el aliento ya sabes de que se trata"   
  
                                                                                               BODY ART.      Don DeLillo.

Alcanzar la unidad de uno mismo  supone recorrer el camino de la intuición   por sobre lo racional,  aspecto artificial  de la humanidad.  Al contemplar el movimiento de  la naturaleza y la realidad de las cosas concentra la atención  y convoca   la depuración.